Sobre nosotros

La enfermedad degenerativa de un familiar me saco de mi “zona de confort” y me hizo enfrentarme a sentimientos de tristeza, frustración y soledad que tenia olvidados desde mi infancia. En el camino de  aprender a convivir con todos ellos, sacando la parte más positiva, ahora me siento más independiente, más serena, menos vulnerable, no es sencillo transitar por un duelo anticipado, pero soltar cargas y aceptar lo que no puede ser es un alivio. Desde este delicado equilibrio, he aprendido a ser mi prioridad, a no sentirme culpable por situaciones que no dependen de mí, a poner límites, a dar solo explicaciones a mi conciencia y se han hecho realidad ilusiones que nunca hubiera soñado.

“La vida es la que es, como la vivo depende de mí”